Los hongos Melena de León son setas medicinales de gran potencia que destacan tanto por su sabor exquisito como por sus beneficios para la salud. Este hongo es un excelente sustituto vegetal de la carne en diversos platos, gracias a su sabor y textura que recuerdan al marisco o al cangrejo. Aquí te presentamos recetas deliciosas y métodos creativos para preparar, cocinar y presentar tus hongos Melena de León.
La Melena de León, en primer lugar, ofrece una experiencia culinaria única por su textura y sabor. Además, los beneficios que aporta a la salud cognitiva son, sin duda, un motivo de celebración. Las recetas que encontrarás a continuación aprovechan de formas únicas las cualidades de estos hongos excepcionales.
El primer paso: cómo conservar y limpiar la Melena de León
¿Te preguntas cómo mantener frescos tus hongos melena de león después de adquirirlos? ¿Y la forma correcta de limpiarlos antes de cocinarlos?
Guarda los hongos en una bolsa de papel dentro del frigorífico (evita el cajón de las frutas y verduras). Aunque puedas mantenerlos en su envoltorio original, la opción más recomendable es utilizar una bolsa de papel que favorece su ventilación. Colócalos en una zona del frigorífico donde circule bien el aire, lejos del cajón de frutas y verduras.
Para limpiarlos, basta con un lavado rápido. Simplemente enjuaga brevemente los hongos para eliminar la tierra (evita sumergirlos para que no se empapen).
Cómo cocinar la Melena de León
¿Listo para empezar a cocinar? Aquí te mostramos cómo cocinar hongos melena de león de forma básica.
- Corta la base de los hongos y luego córtalos en rodajas. Las bases suelen estar sucias: ¡corta esa parte directamente!
- Cocina durante 2 minutos a fuego medio. Puedes usar aceite de oliva para una opción sin lácteos y vegana, aunque también puedes utilizar una mezcla de mantequilla y aceite de oliva.
- Da la vuelta y cocina de 1 a 2 minutos más, luego añade los condimentos. Una vez que los hongos estén dorados por ambos lados, agregamos un poco de ajo en polvo, salsa de soja y una pizca de sal. ¡Prueba y añade más sal si lo deseas!